Igual que el león, la generación Millennial no es como la pintan
Por Lalo Duron, conferencista, maestro de EGADE Business School, ITESM
En un salón, 30 millennials. Universitarios de 3º, 5º y 7º semestre. Recibí la advertencia clara de su directora de carrera: "son difíciles de conquistar, son rebeldes, casi nada les entusiasma".
¿Qué irá a pasar?
Al terminar el evento, lo calificaron con 9.6 sobre 10. Los comentarios mostraban su entusiasmo. Estaban felices, y yo también.
¿Qué pasó? ¿Eran un tipo extraño de millennial? Simple. Como el león, la generación millennial
no es como la pintan… y me puse a pensar en lo que estamos haciendo mal: en la cantidad de cosas donde simplemente estamos haciéndolo mal.Tratándose de las nuevas generaciones, hacemos todo mal.
La semana pasada, mi hija me contó de un conferencista quien les dijo bellezas como "soy baby boomer y ustedes no son millennials, son generación Y", "a su generación le falta entrega y sacrificio" o "HP hace todo mal". Sí, logró enfadarlos y perderlos, y los ‘generación yeros’ ‘tuitearon’ el aburrimiento de la conferencia y su desagrado con él.
¿Es culpa de los millennials?
Mi experiencia dice "no". Sí, sé de los múltiples estudios donde se habla de la complejidad de su generación, de su actitud ante el compromiso, la inmediatez, la frustración, pero, pero, pero.
¿Cuál pero le pongo? El de la insensibilidad. Tengo 54 años, y gracias a mantener la relación con mis amigos de la prepa, secundaria y primaria, mantengo fresca en la mente la manera de pensar que teníamos entonces.
No fuimos menos rebeldes, ni más sumisos, ni más dedicados. El declinismo ha hecho presa de nosotros y caemos en el cliché de "todo tiempo pasado fue mejor; vamos camino a un futuro de asco".
No es así. La generación millennial es distinta a nosotros, tal como nosotros lo fuimos de las anteriores. Yo no podía usar jeans o el pelo largo, y de todos modos lo hice (lo de los jeans; el pelo me hizo la gachada de comenzarme a abandonar muy chavo). Fuimos rebeldes —hay montones de anécdotas para recordarlo— y no nos apegábamos a las reglas paternas, aunque a veces nos las inculcaran a chancletazos, como en Coco —en mi caso, los encontronazos fueron más bien con la cuchara de palo—.
Quienes ven a los millennials como la peste misma, olvidaron el verano del amor, el rock, las modas de los 80 y 90, y todas esas cosas con que nos rebelamos en nuestro momento ante el stablishment y nuestros padres.
¿Y qué con la innovación y el marketing?
Y entonces, ¿qué hay con los millennials, el marketing y la innovación? Mucho. Para ser más efectivos en el marketing para las generaciones nuevas, debemos entenderlas y saber cómo les gusta participar y encontrar pertinencia; sentirse retados, incluidos, motivados. Cuando hablamos de su deslealtad a las marcas, en realidad decimos “no puedo encontrar los motivadores para mantenernos con ellos y seguir siendo relevantes”.
¿Se puede lograr? Pregúntale a marcas como Forever 21, iPhone, Red Bull, PlayStation, o Mac. Siguen tan campantes con la generación millennial; con comunicaciones pertinentes, entienden a su target y saben qué le mueve.
¿Quieres ser como el conferencista ante el grupo de mi hija, o como estas marcas? Pues deja de quejarte sobre los millennials: es una generación como cualquier otra y tu chamba es entenderla.
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Coco. ¡Viva México!
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¿Cómo vas con la innovación en tu producto, proceso o modelo de negocios? Entre NAFTA o no NAFTA, el camino es la innovación… y ya vamos tarde. Cuando quieras, discutimos cómo hacerlo.
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#FuerzaMéxico