De la ambición a la acción: una estrategia adaptativa para el diseño circular
Basándonos en la experiencia de los líderes de diseño de la red de la Fundación Ellen MacArthur y en los conocimientos de la Fundación en este campo, se identificaron seis áreas de interés, denominadas puntos de apalancamiento del diseño que, en conjunto, crean un entorno organizativo para la transformación circular. Los líderes del diseño que han contribuido a la creación de esta estrategia adaptativa trabajan en un amplio abanico de sectores y organizaciones, incluidas empresas multinacionales, agencias y consultorías, organizaciones sin ánimo de lucro y nuevas empresas circulares.
A medida que más organizaciones se embarcan en una transición hacia la economía circular, salen a la luz diversas vías para pasar de la ambición a la acción.
Es urgente rediseñar nuestra economía extractiva
La actual economía contaminante y extractiva es el resultado de un sistema basado en el modelo lineal “extraer-producir-desperdiciar”. La extracción y procesamiento de recursos naturales es responsable de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico. Además, el 45% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero proceden de la manera en que fabricamos y utilizamos las cosas, la forma en que cultivamos nuestros alimentos y gestionamos la tierra.
La economía circular propone un nuevo marco para avanzar hacia un sistema resistente que sea bueno para las empresas, las personas y el medio ambiente. El impulso en torno a la economía circular es evidente, y nunca ha sido mayor, con empresas y líderes mundiales que empiezan a tomar medidas .Aun así, los síntomas de nuestra economía lineal se están dejando sentir y los umbrales planetarios se están alcanzando antes de lo que habíamos imaginado. Es urgente pasar de la ambición a la acción para ver un impacto positivo, pero a un ritmo acelerado. Un cambio de esta magnitud no puede producirse sin diseño.
● Visualizar futuros circulares
Al igual que ocurre con los sistemas, la visión de un futuro circular puede tener distintos alcances. Es posible imaginar algo tan complejo como una industria, una región, una ciudad o una organización. Del mismo modo, puede ser útil prever cómo podría manifestarse un producto, una gama o una tecnología específicos en un escenario futuro en el que se dé prioridad a los principios de la economía circular, una ciudad, una empresa o un producto de acuerdo con los principios de una economía circular. Los productos y servicios diseñados para una economía circular se basan en principios y estrategias subyacentes diferentes, y pueden suscitar nuevos comportamientos o desafiar las normas establecidas. Los diseñadores pueden utilizar enfoques como el diseño especulativo, la creación de prototipos, el diseño de experiencias y la visualización creativa, junto con los datos, para dar forma a escenarios futuros imaginados y hacer que parezcan “reales”. A partir de ahí, podemos ampliar las dimensiones prácticas, emocionales y financieras y, de hecho, ensayar lo que significaría operar en esos escenarios alternativos.
● Colaboración
Cualquiera que haya trabajado en un proyecto, ya sea en una empresa, en el sector público o en investigación, sabe que la colaboración es necesaria para avanzar. Sin embargo, la razón por la que esto es tan relevante para el cambio de la economía circular es que las personas u organizaciones que persiguen la innovación de la economía circular en graneros pueden encontrarse atascadas “al final de la cadena”, simplemente lidiando con los síntomas de la economía lineal que parecen inevitables.
En las últimas décadas, el diseño y la contribución de los diseñadores han pasado a ocupar un lugar central en muchas organizaciones. Después de todo, los diseñadores bien formados y capacitados ayudaron a construir nuestra economía lineal actual; también pueden ayudar a construir una economía circular, siempre que se dirijan hacia resultados diferentes. la estética, sino que adoptan el diseño con un propósito y a un nivel estratégico. Los líderes del diseño tienen la oportunidad de crear nuevas vías de aprendizaje para aumentar los conocimientos sobre economía circular de su organización.
● Reescribiendo las reglas
Para centrar los esfuerzos creativos, los diseñadores actúan dentro de restricciones o límites. Cuando se diseñan las propias normas (políticas, principios y directrices), estas son acordadas y fijadas por distintas entidades, que buscan alcanzar un determinado resultado.
Cuando reconocemos que estos guardarrieles están diseñados, podemos empezar a explorar cómo se pueden escribir y aplicar nuevos conjuntos de reglas en cualquier nivel del sistema y, en caso necesario, reescribir las existentes. En última instancia, podemos acelerar el cambio si las reglas del juego facilitan a los diseñadores la incorporación de los principios de una economía circular.
● Desarrollar herramientas para diseñar y evaluar
A lo largo de la transición hacia la economía circular, las nuevas herramientas ayudan a evolucionar las prácticas establecidas y crean espacio para que surjan otras nuevas. Las herramientas para el diseño circular ayudan a integrar las políticas, principios y directrices de la economía circular en los procesos de diseño cotidianos y a alinear los resultados con los objetivos relacionados con la economía circular, ya se trate del diseño de la estructura de un edificio, de una solución de envasado o de estrategias prácticas aplicadas a un proyecto específico. Pueden incluir servicios digitales, lienzos, ideas, directrices e indicadores para la evaluación del impacto, entre otros. Pueden ayudar a los equipos a trabajar de forma más creativa y colaborativa para desentrañar la oportunidad de la economía circular y alinearla con la estrategia.
Crear herramientas de diseño circular requiere que tengamos siempre presentes los objetivos generales, así como el impacto, para asegurarnos de que diseñamos y elegimos la herramienta más adecuada. Lo que nos importa y a lo que prestamos atención influye en las decisiones de diseño, por lo que necesitamos diseñar cuidadosamente qué y cómo medimos, evaluamos y supervisamos el progreso.
En general, pensar y actuar de forma sistémica no es sencillo, sobre todo cuando operamos en una economía lineal y, sin embargo, diseñamos para una circular. Además, el cambio sistémico es difícil de medir. Los cambios pueden ser emergentes e impredecibles. Los diseñadores tendrán que mantenerse ágiles mediante el uso y la mejora constantes de las herramientas, y utilizar la retroalimentación para permanecer atentos a los cambios del sistema.
La Fundación Ellen MacArthur, una organización mundial sin ánimo de lucro, desarrolla y promueve la idea de una economía circular para afrontar algunos de los principales retos actuales, como la contaminación plástica, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. La Fundación trabaja e inspira a empresas, gobiernos, académicos e instituciones a nivel mundial para movilizar soluciones sistémicas a gran escala. En una economía circular, los modelos de negocio, productos y materiales están diseñados para incrementar su uso y reutilización, creando así una economía en la que no hay desperdicio y todo tiene valor. Sobre la base de una transición a fuentes de energía renovables y materiales renovables, una economía circular se distribuye, es diversa e inclusiva.