Mujeres: excluídas del trabajo remunerado por dedicarse al trabajo de cuidados

De acuerdo a información de Centro de Estudios Espinosa Yglesias, (CEEY) los primeros 6 años de vida son fundamentales para el potencial de vida de las personas, sin embargo, hay hogares con escasos recursos que no pueden contar con las condiciones mínimas para un adecuado desarrollo infantil temprano (DIT).

Infografía
Imagen: cortesía CEEY

Un DIT débil limita la capacidad de aprendizaje y habilidades psicosociales, derivando en un bajo desempeño académico y productivo. Los efectos se vuelven acumulativos, presentando riesgos de pérdida de oportunidades que se traducen en menos opciones de movilidad social.

Actualmente, en México se cuenta con 41 programas incidentes en el DIT, de los cuales 22 se centran en la salud, alimentación y nutrición; 8 en enseñanza inicial, 7 en cuidado infantil y solo 4 en estimulación temprana. Sin embargo, existen fallas en la calidad y cobertura, principalmente en la focalización por grupo de edad, la cual representa un obstáculo limitante de la capacidad de cobertura, informó el CEEY en un comunicado en el marco del día de la madre. 

Un sistema integral de DIT requiere:

- Paquete básico universal que incluya el cuidado prenatal y de las madres, así como desarrollo: físico, de lenguaje y comunicación, de habilidades motrices, y de habilidades emocionales y cognitivas.

-  Políticas públicas para una atención integral, como son programas de alimentación, nutrición y salud, programas de educación para padres y madres (crianza). Así como incluir la expansión y fortalecimiento de los centros de cuidado infantil y las estancias infantiles, la profesionalización de los servicios de DIT y los centros de educación preescolar.

Con la construcción de un sistema integral de DIT se plantea un componente clave de un Sistema de Cuidados más amplio, el cual, a su vez, formaría parte de una necesaria protección social universal.

También es una estrategia para alcanzar la igualdad de género, apoyando en los diversos campos de atención y políticas públicas que tanto las madres como los infantes requieren en esta importante etapa del ciclo de vida.

Las mujeres enfrentan barreras para generar ingresos a causa del tiempo que dedican al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, lo cual limita su participación laboral:

Los hombres dedican al trabajo remunerado 46 hrs a la semana y las mujeres 38, pero las mujeres dedican más horas a los trabajos de cuidados que los hombres. Las mujeres dedican alrededor de 28 horas semanales a labores domésticas y de cuidado, mientras que los hombres dedican menos de 6 horas.

Del total de población excluida del mercado laboral (es decir, que tiene necesidad de trabajar, pero no están buscando trabajo) 84% son mujeres y 16% son hombres (ENOE 2022 - 4to trimestre).

El CEEY ha encontrado que las opciones de movilidad social aumentan cuando existen esquemas de cuidado. Por ejemplo, cuando se pueden acceder a sistemas de cuidado infantil, el 63% de las mujeres que nacieron en los hogares más pobres pueden superar su situación de origen.

Contar con un Sistema de Cuidados que fortalezca el cuidado infantil en etapas tempranas facilita que las mujeres se puedan incorporar al mercado laboral y dejar así el trabajo no remunerado para comenzar a recibir prestaciones que les ayuden a mejorar su movilidad social y la de las siguientes generaciones. 

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