Liderar en la incertidumbre: Creatividad y conocimiento como estrategia

*Asociado del Instituto Internacional de Desarrollo Organizacional (IIDO) I Opinión Impulso Empresas2030
Jorge Wagensberg es autor de una frase que, por sí sola, constituye toda una teoría. La denominó “Principio de Wagensberg”, y dice así:
"Complejidad más anticipación es igual a incertidumbre más acción".
Su adaptación al mundo de la gestión organizacional podría formularse de la siguiente manera:
Así como la incertidumbre se compensa con la acción, la complejidad de las organizaciones se gestiona con creatividad y conocimiento.
La incertidumbre es consustancial a todo lo que está vivo. Las organizaciones, sean sociales o empresariales, también lo están. Por tanto, es inútil pretender tener bajo control todos los procesos o relaciones dentro de una organización, con la expectativa de que no surjan incidencias o desviaciones respecto a lo que planeamos que ocurra.
Evidentemente, debemos supervisar el funcionamiento de nuestros procedimientos y normas, pero con el objetivo de favorecer al máximo su cumplimiento. Nos equivocamos cuando creemos que nada obstaculizará nuestras previsiones. La incertidumbre siempre se manifestará, y lo primero que debemos hacer es reaccionar tomando las acciones adecuadas para compensar sus efectos.
En este sentido, los invito a reflexionar sobre otro aforismo de Wagensberg relacionado con la incertidumbre:
Pensar que no cambiaremos —en nuestra identidad o forma de ser— sin importar lo que ocurra a nuestro alrededor, simplemente porque queremos seguir siendo como somos, no nos ayudará a gestionar bien la incertidumbre que nos rodea.
A menudo, al analizar el mundo, concluimos que es demasiado complejo. Sin embargo, pensemos por un momento en la biología. La diversidad de formas de vida en la Tierra es inmensa, pero el código genético de todas ellas se basa en solo cuatro moléculas, que al combinarse millones de veces generan esta extraordinaria diversidad. Es decir, la base de los sistemas naturales o vivos suele ser simple, aunque su expresión final resulte muy compleja.
Si nuestra empresa u organización no cuenta con unos pocos elementos fundamentales como base, será humanamente imposible dirigirla o gobernarla de forma racional. La complejidad tiene elementos de base, y son esos los que podemos gestionar a través de nuestra capacidad para cambiar, crear, innovar y comprender el mundo que nos rodea.
En resumen, enfrentaremos incertidumbre a diario. La mejor forma de responder es tomar acciones que nos permitan recuperar el control sobre lo que deseamos o hemos planeado.
Por otro lado, para mejorar lo que hacemos o alcanzar el mayor éxito posible, es necesario cambiar nuestra manera de actuar y comprender la complejidad del sistema en el que nos desenvolvemos. Para cambiar nuestras acciones, primero debemos transformar nuestra percepción de lo que nos rodea, y eso es creatividad. Cuanta más habilidad tengamos para modificar nuestras percepciones y cuanto más dominemos los procesos de razonamiento, mayores serán nuestras posibilidades de mejorar y de ser más felices.