Día Mundial del EPOC
Desde 2001, en noviembre se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) con el objetivo de promover una mayor comprensión de la enfermedad y brindar mejor atención a los pacientes. La EPOC es un padecimiento que dificulta la expulsión de aire de los pulmones, obstaculizando la respiración con el paso del tiempo. Como consecuencia, al paciente se le imposibilita realizar actividades básicas, ya que constantemente sufre de falta el aire, y se cansa debido al esfuerzo que realiza únicamente por respirar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca de 210 millones de personas sufren Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y que el 90% de las muertes se producen en países de bajos y de medianos ingresos. Aunque expertos señalan que la EPOC es prevenible y tratable, pero que mayormente es una enfermedad subdiagnosticada. De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tan solo en México, entre el 7% y 10% de la población mayor de 40 años la padece, pero la mayoría lo desconoce debido a que no se diagnostica correctamente.
Asimismo, la EPOC es la única enfermedad crónica degenerativa con tendencia a incrementar la mortalidad. De hecho, la OMS estima que para el 2030 será la tercera causa de mortalidad en todo el mundo, debido a que el tabaquismo es el principal factor para desarrollar dicha enfermedad; el cual también tendrá una mayor prevalencia. Al respecto, se calcula que el 15% de las personas que fuman una cajetilla de cigarros al día, desarrollarán EPOC y el riesgo va incrementando si la duración e intensidad de este hábito es mayor.
A pesar de que muchos casos se podrían evitar si las personas abandonarán el consumo de tabaco y evitando que los jóvenes lo adquieran, las cifras en México son alarmantes. De acuerdo con la Comisión Nacional Contra las Adicciones, en 2017 se registraron 14.9 millones de personas fumadoras, con una edad promedio de entre 12 y 65 años. De estos, 6.4% fumaban diariamente, mientras que el 11.1% lo hacía de forma ocasional y, únicamente 2.9 millones de fumadores declaraban haber abandonado este hábito.
No solo el tabaco es un problema serio alrededor de la EPOC. En México, otro problema que se debe resolver es el subdiagnóstico, ya que casi el 90% de las personas con la enfermedad no saben que la padecen y, por lo tanto, tampoco reciben tratamiento. Esto debido, principalmente, a que los médicos de primer contacto tienen graves limitaciones para diagnosticar y tratar a pacientes con enfermedades respiratorias crónicas; así como por el uso limitado de espirómetros, prueba respiratoria que mide la obstrucción de las vías aéreas y que ayuda a obtener un diagnóstico mucho más certero del padecimiento.
Aunado a esto, otra limitante para el diagnóstico son los mismos síntomas, pues, en las primeras etapas de la EPOC, éstos no son evidentes, son muy leves o suelen confundirse con otras enfermedades respiratorias. No obstante, a medida que la enfermedad avanza, los síntomas se agravan. Algunos de estos pueden ser falta de aire, tos constante y/o mucosidad abundante que no desaparecen, silbido y opresión en el pecho; además de enfermarse constantemente de gripe o resfriado.
Se recomienda que en caso de presentar algunos de los síntomas antes mencionados, se recomienda acudir al médico y realizar una prueba respiratoria. Adicional, si se es fumador, se aconseja dejar este hábito; ya que esa es una de las medidas más importantes de prevención y, también, la única manera de frenar la progresión de la enfermedad, incluso en personas que han fumado durante muchos años.
