Avanza Sólido: La utopía de transformar vidas

A los ocho años, Albertina López Ramírez, una artesana chiapaneca, moldeó por primera vez el barro con las manos, sin saber que ese gesto infantil se convertiría en su legado. Y es que en su comunidad, Amatenango del Valle, el oficio de alfarera no solo se hereda: se honra. 

Más de cinco décadas después, Albertina pasó de vender a la orilla de la carretera —donde las ventas eran escasas— a ser parte de un colectivo de más de 25 mujeres artesanas decididas a darle un nuevo rumbo a sus vidas.

Artesanas de Amatenango del Valle, Chiapas.
Artesanas de Amatenango del Valle, Chiapas.

El punto de quiebre llegó en años recientes en una plaza de Tuxtla Gutiérrez, cuando conoció a representantes de la Sofom (Sociedad Financiera de Objeto Múltiple) Avanza Sólido. Aquel encuentro no solo motivó a un préstamo, sino que se acompañó de una visión de futuro. Con el crédito, Albertina amplió su taller, diversificó su producción y hoy, además de crear jaguares, tortugas y otras piezas, enseña a mujeres de su comunidad a transformar el barro en sustento para sus familias. 

Albertina, como otras mujeres de Amatenando del Valle, han sido testigas de que cuando el crédito se da con propósito, se convierte en una herramienta de transformación social. Eso es justo lo que ha venido haciendo Avanza Sólido en poco más de 14 años, en los que ha beneficiado principalmente a mujeres de 165 municipios de México.

Óscar Cruz Torres, Presidente del Consejo de Administración y fundador de Avanza Sólido, recuerda los inicios con claridad de su organización: una idea nacida en la juventud, inspirada por las carencias que vio en Altamirano, Chiapas. "No queríamos ser una Sofom más. Sabíamos que el crédito por sí solo no era suficiente. Había que acompañarlo con programas que realmente cambiaran la vida de las personas", explica.

En un estado con alta competencia en microfinanzas, diferenciarse fue clave. Desde el principio, implementaron tasas de interés más bajas que el promedio del mercado (hoy en 42%, frente al 100% o más que cobran otras entidades), pero también invirtieron en capacitación financiera, jornadas de salud y mejoramiento de viviendas. "No se trata solo de prestar dinero, sino de crear un círculo virtuoso donde el cliente mejore su economía y su calidad de vida", agrega Óscar Cruz.

 

Óscar Cruz Torres, presidente del Consejo de Administración de Avanza Sólido.
Óscar Cruz Torres, presidente del Consejo de Administración de Avanza Sólido.

El primer gran salto llegó en 2018, cuando la Sofom obtuvo su primer línea de financiamiento internacional: 750 mil dólares. Hoy, cuenta con el apoyo de más de  20 fondos globales, ha logrado mantener tasas competitivas incluso en tiempos de crisis económica, cuenta con una cartera superior a los 1,100 millones de pesos y tiene más de 50,000 clientes.

Créditos que construyen hogares y futuros

Uno de los programas más emblemáticos de Avanza Sólido es el de créditos para vivienda progresiva. Jorge de la Cruz, director Comercial, detalla cómo surgió: "En nuestras jornadas médicas detectamos que muchas enfermedades respiratorias y gastrointestinales provenían de vivir en condiciones precarias. Ahí entendimos que mejorar la vivienda era también mejorar la salud".

Así nació un producto financiero que permite a las familias construir pisos firmes, techos seguros y baños dignos, con plazos de hasta 36 meses y cuotas accesibles. "No es un crédito cualquiera: es una herramienta para romper el ciclo de pobreza", afirma Jorge de la Cruz. Los resultados son tangibles: menos gastos en medicamentos, menos ausentismo laboral y escolar, y un patrimonio familiar en crecimiento.

 

Pero el impacto no se limita a lo material. A través de su Dirección de Impacto Social, Avanza Sólido mide cambios profundos: el 90% de sus clientes reportan mejoras en sus ingresos, seguridad alimentaria y capacidad para enfrentar emergencias. "Usamos metodologías internacionales como 60 Decibels para asegurarnos de que nuestro trabajo realmente está generando un cambio", comenta Iván de la Cruz, Director General.

Un equipo que cree en la misión

El éxito de Avanza Sólido no solo se explica por su modelo financiero, sino por su gente. En un sector donde la rotación de personal suele ser alta, esta Sofom ha logrado retener talento clave gracias a una estrategia que va más allá del salario.

"Contratamos líderes locales que conocen las comunidades y sus necesidades", explica Iván de la Cruz. Además de incentivos económicos, ofrecen formación continua, convenios con universidades y acceso a servicios de salud. "Si queremos que nuestros colaboradores se comprometan con los clientes, primero debemos comprometernos con ellos".

 

Esta filosofía se refleja en cifras: más de 300 empleados, muchos con años de antigüedad, recorriendo diariamente caminos rurales para llegar a donde otros no lo hacen. "Nuestros ejecutivos no son solo vendedores de créditos; son promotores de desarrollo", destaca el director Comercial.

El futuro: Llevar el modelo a otros territorios

Aunque el 90% de su cartera sigue concentrada en Chiapas, Avanza Sólido ya explora mercados en Yucatán, Campeche y Veracruz, especialmente en sectores como el de agronegocios (con proyectos piloto en apicultura). "El potencial es enorme. Queremos demostrar que este modelo puede replicarse en otras regiones con altos índices de marginación".

El camino no ha sido fácil. Competir con tasas justas en un mercado acostumbrado a altos intereses, convencer a fondos internacionales de invertir en zonas rurales y mantener un equilibrio entre rentabilidad e impacto social requirió años de persistencia. Pero los reconocimientos llegaron: premios de responsabilidad social, certificaciones como Empresa B (se otorga a empresas que cumplen con altos estándares de desempeño social, ambiental, transparencia y responsabilidad empresarial) y el sello de "Mejor Sofom" en rankings de microfinanzas.

 

El 90% de la cartera de la Sofom sigue estando en Chiapas.
Siete de cada 10 Pymes en México obtiene crédito de una Sofom.

 

Lo que distingue a Avanza Sólido es su convicción de que las microfinanzas deben ser un puente, no un negocio extractivo. "Nuestra utopía es que los clientes no necesiten créditos eternamente, sino que con nuestro apoyo logren independencia económica", reflexiona el fundador de la Sofom.

“Para la mayoría de las Pymes, su primer crédito proviene de una Sofom, pues de cada 10 pequeñas empresas de México, que son aproximadamente 5.5 millones, 7 obtienen el financiamiento de una Sofom”, explica el presidente de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (ASOFOM), Javier Garza Hoeffer.

Mientras muchas instituciones miden su éxito en montos prestados o utilidades, esta Sofom chiapaneca cuenta historias: la mujer que amplió su negocio, la familia que ya no vive en un piso de tierra, el joven que pudo estudiar gracias a un préstamo educativo. "El dinero es solo el medio. El fin verdadero es la dignidad", considera Iván de la Cruz.

 

“Otras mujeres desean crédito de Avanza Sólido porque ya vieron que sí funcionó y que ahora estamos en mejores condiciones para vender nuestras artesanías”, dice la artesana Albertina López, mientras expone sus productos en un salón de eventos en la capital de Chiapas.

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