Buscando tener un impacto social y ambiental más integral, algunas compañías han adoptado el modelo de ESG (ambiental, social y de gobernanza, por sus siglas en inglés)
Las empresas no tienen que descubrir el ‘hilo negro’ para convertirse en empresas sostenibles. La ONU ya ha trazado la ruta de la responsabilidad social y ambiental y las empresas que forman parte de esta mesa son un claro ejemplo de éxito en esta materia.
Muchas veces se ve a las acciones sostenibles como un acto de caridad por parte de las compañías. La realidad, es que son muchos los beneficios que éstas reciben cuando deciden ser un actor de cambio en su entorno y ganarse su “licencia social”