Algunas empresas están marcando la diferencia sin ser las de siempre. Tres casos inspiradores que demuestran cómo un propósito poderoso puede ser tan estratégico como rentable.
El 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Tierra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y proteger todas las formas de vida que lo habitan. Es también una oportunidad para reconocer el papel fundamental que juegan algunas especies en la preservación de los ecosistemas.
No son los consumidores ni los reguladores: son los propios empleados quienes levantan la voz contra empresas que presumen de responsabilidad social mientras cultivan culturas tóxicas puertas adentro.
La pérdida de experiencia en los liderazgos empresariales es inevitable ante la automatización y el retiro generacional. La clave está en cómo las organizaciones gestionan esta transición: transferencia de conocimiento, liderazgo empático y estrategias que mantengan el compromiso del talento joven.
Más allá de las calificaciones, el juego, la imaginación, la empatía y el tiempo de calidad en familia son claves para formar niños felices, resilientes y satisfechos con quienes son.