Buscan igualar un favorito de los mexicanos
Los tamales son uno de los platillos favoritos de los mexicanos, además de ser un clásico de la temporada invernal: su variedad de sabores, su verstilidad y ese gozo que nos da abrir el "regalo culinario", que está además a la altura de la mayor parte de los presupuestos y paladares mexicanos, es difícil de igualar.
Durante estas fechas (diciembre, enero, febrero) se consumen cerca de 2 millones de tamales: de acuerdo a la Procuraduría del Consumidor el 90% de los mexicanos decide cumplir su palabra y celebran el día de la Candelaria (2 de febrero) comiendo tamales.
En orden de consumo, los tamales más apreciados son los verdes, de dulce, de rajas, de mole y "estilo oaxaqueño", pero existen más de 500 tipos de tamales e incluso se suman variedades internacionales, así que es un platillo versátil que trasciende fronteras.
Generalmente comemos los tamales en compañía de familia o amigos, pero seguramente conoces a alguien que ha llevado "su tamalito" para desayunar en la oficina. O, ¿por qué no? que lo ha puesto en un bolillo para que este bocado se convierta en una vianda portable, incluso en el transporte público.
A nadie se le critica el estilo para comer tamales, pero de acuerdo al estudio de Worldpanel Usage, de Kantar Worldpanel, el tamal está considerado como una comida a la que recurrimos por antojo, en una ocasión especial o en momentos de premura.
Es por esta última situación que la marca de productos de consumo "La Costeña" decidió sacar en 2015 su línea de tamales, elaborados en la planta de San Luis Potosí y acreditados bajo el sello TIF: su empaque permite que se mantengan hasta dos años en el anaquel y solo requieren un minuto en el microondas.
