El impacto ambiental de una compra es un factor que influye cada vez más en el consumidor, pues en los últimos años ha incrementado el consumo de productos y servicios sostenibles. Estados Unidos, por ejemplo durante 2018 se gastaron US$128.5 millardos en bienes de consumo que integran algún rasgo de sostenibilidad, según datos de Nielsen.
Los consumidores consideran cada vez más el tema de responsabilidad social antes de elegir una marca; sin embargo, para las empresas se ha convertido en un desafío llevar a la práctica los valores de responsabilidad social e integrarlos dentro de la cadena del negocio.
La cadena hotelera Hilton anunció que duplicará la inversión que hace en proyectos sociales y que reducirá a la mitad su huella ecológica, lo cual significa que disminuirá en un 61% sus emisiones de carbono, consumirá 50% menos agua y participará con 10 millones de horas de voluntariado en diferentes actividades.
Durante 2017, Walmart de México y Centroamérica estrenó la opción de Marketplace en su página de Internet, inauguró 47 tiendas nuevas y aumentó un 7.7% sus ingresos totales respecto a 2016. A la par, ese mismo año logró que un 91% de la energía de sus tiendas fuera sustentable, apoyó a cerca de 16 000 productores locales y consiguió que un 94% de los productos en venta fueran de procedencia local.
