De acuerdo con Google, en el último año, se eliminaron 2300 millones de anuncios de mala calidad con el fin de convertir su plataforma en un entorno más amigable con los anuncios y anunciantes.
Un reciente caso que prueba la existencia de redes de pedofilia en YouTube ha puesto en jaque a los anunciantes que destinan parte de su presupuesto publicitario en dicha plataforma. No obstante, ahora más que nunca es una obligación para las empresas apuntalar su estrategia de Brand Safety.