Para ganar un Óscar no solo se necesita una película extraordinaria, sino también emprender una campaña que integre acciones de comunicación, mercadotecnia y relaciones públicas. Un caso ejemplar es el de la cinta Roma.
La cadena hotelera desarrolló una campaña para posicionar Marriott Bonvoy, el nuevo programa de lealtad de la marca con el que los clientes podrán acceder a recompensas exclusivas.
Empresas como Airbnb, Netflix o Google se han convertido en los verdaderos rivales en el mercado, pues las experiencias que brindan a sus clientes están elevando las expectativas de los consumidores en cuanto a los servicios de atención.
La digitalización de las interacciones interpersonales también ha repercutido en el ámbito comercial. Ahora los clientes de las compañías esperan que los tiempos de respuesta de las tiendas y comercios sean breves y eficientes, lo cual puede lograrse con apps de mensajería instantánea.
A través de esta plataforma se podrán compartir anuncios y detalles sobre una ceremonia luctuosa entre un grupo privado de familiares y amigos del fallecido.