Por qué las mujeres buscan más oportunidades de inversión, pero invierten menos

Por: Sofía Gancedo, Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de San Andrés, Máster en Economía de Eseade y Cofundadora de Bricksave.

¿Por qué tantas curiosas se quedan en el camino? Existen varias estadísticas poco alentadoras, desde la brecha de ingresos, la desconfianza que las mujeres tienen de sí mismas y la diferencia en conocimiento financiero entre hombres y mujeres.

Una niña se planta frente al toro de Wall Street, escultura que representa la fuerza y la agresividad del mercado de valores de Nueva York. “La niña sin miedo”, le llaman. Esta estatua instalada en 2017 en pleno distrito financiero de la ciudad instaló una conversación a nivel mundial sobre el empoderamiento femenino en las finanzas. Desde entonces, las mujeres pisan cada vez más fuerte en la escena financiera, una industria que ha sido históricamente territorio masculino. En Argentina, por ejemplo, el número de mujeres en este sector se elevó del 11% al 14% en cuatro años, según la consultora ABECEB.

Sin embargo, no todas las mujeres se animan a lanzarse en el mercado de capitales. Muchas de ellas abren cuentas comitentes y exploran plataformas de inversión, pero no terminan operando o lo hacen muy poco en comparación con los hombres. De hecho, de acuerdo con investigaciones de Bricksave, las mujeres representan el 65% de las visitas al sitio web, pero son los hombres los que toman un rol más protagónico a la hora de efectivamente invertir. ¿Por qué habrá tantas curiosas que se quedan en el camino?

Un factor clave para responder esta pregunta tiene que ver con la brecha de ingresos: de acuerdo con un informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, en Argentina las mujeres ganan un 27,7% menos que los hombres. Esto significa que, durante el segundo trimestre de 2022, las mujeres ocupadas debieron trabajar 8 días y 10 horas más que los hombres ocupados para ganar lo mismo que ellos en un mes. Al tener salarios más bajos, las mujeres tienen menos excedente disponible para invertir.

A esto se le suman otras estadísticas poco alentadoras: las mujeres dedican más tiempo a tareas domésticas, tienen menos probabilidades de acceder a un crédito, e incluso les cuesta más hablar del dinero. Según un estudio de Merrill Lynch, 4 de cada 10 mujeres siente vergüenza a la hora de discutir sobre finanzas con su familia y amigos. Además, un 77% de ellas confía más en su pareja a la hora de tomar decisiones sobre su economía.

Detrás de todos estos datos, hay una variable fundamental: la educación. La Argentina es el país de la región que presenta mayor brecha de género en conocimiento financiero, de acuerdo con un estudio elaborado por Mercado Pago y Trendsity. Aun así, las ganas de las mujeres de aprender a gestionar su dinero están: un relevamiento de Fidelity Investments revela que más del 90% de ellas están interesadas en conocer más sobre inversiones. Mientras tanto, muchas curiosean por las plataformas financieras, aunque aún sin operar.

Entonces, si el interés por aprender está, ¿qué les falta a las mujeres para empezar a invertir? Animarse. Como todo proyecto, empezar nunca es sencillo, pero lo importante es romper el hielo y dar el primer paso. El único secreto del éxito, si lo hay, es el trabajo duro y la constancia.

Si bien queda mucho camino por recorrer, es evidente que las futuras generaciones se encontrarán con un mundo más inclusivo que las impulsará a involucrarse aún más en esta industria. Así todo, para que esto suceda, es fundamental continuar visibilizando la brecha de género existente. Las mujeres que hoy somos líderes en finanzas tenemos que dar el ejemplo, hablar del tema y acompañar a las nuevas generaciones. Es nuestro deber crear un espacio donde todas las mujeres se sientan empoderadas para perseguir sus sueños y plantarse frente al “toro” de las finanzas sin miedo

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