¿Creaste tu marca? Aprende como protegerla

¿Creaste tu marca? Aprende como protegerla

 

Por Victor M. Adames*

 

Es poco común que algunos emprendedores, al momento de iniciar algún negocio se enfoquen en resolver asuntos relacionados a la operación del negocio, y pierden de vista el tema de la marca.

La decisión de registrar la marca no suele ser prioritaria al momento de empezar un negocio, ya que posiblemente es considerado como un gasto en lugar de una inversión.

He visto como el hecho de no proteger una marca a tiempo, puede provocar dolores de cabeza, ya sea porque se invirtió tiempo y dinero en publicidad, y al momento de querer registrarla no es posible debido a la existencia de otra parecida o porque simplemente la marca que quieren proteger no es registrable en términos de la Ley de la Propiedad Industrial.

 

¿Qué es una marca?

Es cualquier signo perceptible por los sentidos y que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado.

Es importante aclarar que el hecho de contar con una autorización de parte de la Secretaría de Economía para la eventual constitución de una sociedad,  no significa que la marca con la que se van a comercializar productos o servicios ya se encuentre protegida. 

Cada trámite tiene un proceso independiente y se hacen ante autoridades distintas. Por un lado, la autorización para el nombre de una sociedad la hace la Secretaría de Economía, mientras que el registro de una marca, se hace ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

 

¿Qué puede ser registrable como marca?

La marca no solo es una palabra o logotipo, también es posible registrar formas tridimensionales (envases, formas del producto), sonidos, olores o los elementos de imagen de un producto, como el tamaño, diseño, color, disposición de la forma, etiqueta, empaque, la decoración o cualquier otro que al combinarse, distingan productos o servicios en el mercado.

 

De acuerdo a la Ley de la Propiedad Industrial, los signos que pueden constituir una marca son:

Las denominaciones, letras, números, elementos figurativos y combinaciones de colores, palabras, dibujos o símbolos, formas tridimensionales y es apreciada por el sentido de la vista.

Hologramas.

Los sonidos. Se pueden proteger sonidos musicales, sonidos existentes en la naturaleza o producidos por máquinas u otros dispositivos creados por el ser humano.

Los olores.  Su representación puede consistir en una descripción escrita del olor, de manera que transmita a una persona la información exacta y necesaria para identificar adecuadamente la marca y no se permita confusión en los consumidores.

Imagen comercial (trade dress).

 

¿Qué debes tomar en cuenta al momento de crear tu marca?

Que sea distintiva, es decir, que claramente pueda distinguir productos o servicios de otros (competidores) en el mercado.

Que no sea una palabra de uso común para los productos o servicios que se pretenden distinguir.

Que no sea un término genérico.

Que no sea descriptiva, que no describa al producto o servicio que quieres proteger, por ejemplo: No es posible registrar la marca PANTALON para distinguir pantalones o vestuario.

Signos cuyo contenido o forma sean contrarios al orden público, a la moral y a las buenas costumbres o contravengan cualquier disposición legal.

 

Identifica la clase o clases a la que pertenece los productos o servicios que quieres distinguir.

Cada marca debe distinguir un producto o un servicio en el mercado y con el fin de catalogarlos, están divididos en clases. Actualmente existen 45 clases en la Clasificación Internacional de Productos y Servicios para el Registro de las Marcas, de las cuales 34 son para productos y 11 para servicios.

 

Haz una búsqueda

Una vez que tengas la marca y clase que quieres proteger, el primer paso para protegerla es hacer una búsqueda para valorar y determinar si existen marcas similares o idénticas a la que quieres proteger y por lo tanto, sus posibilidades de registro. Dicha búsqueda la puedes hacer en la base de datos del IMPI o bien consultar algún abogado experto en la materia para que te asesore y te proporcione una opinión profesional al respecto.

Las búsquedas se pueden hacer ya sea para una o varias palabras o bien para un logotipo.

Presenta la solicitud a registro

El trámite de registro inicia con el llenado y presentación de la solicitud ante el IMPI, la cual puede ser presentada en físico en las oficinas o en línea en la web del IMPI.

Para el llenado de la solicitud, uno de los temas más importantes es insertar una descripción de productos o servicios adecuada, ya que de indicar algún producto o servicio en una clase a la que no pertenezca, el IMPI expedirá un oficio al solicitante pidiendo una aclaración del producto o servicio o requerirá que lo elimine por pertenecer a otra clase. 

 

Tiempo del proceso de registro

El trámite de registro de una marca (en caso de no recibir oposiciones o acciones oficiales durante el procedimiento) toma 6 meses aproximadamente.  Por lo tanto, es importante que tomes en cuenta este tiempo al momento de lanzar una marca en el mercado, ya que no es recomendable usar una marca en el mercado sin antes contar con el registro correspondiente, toda vez que puedes infringir los derechos de algún tercero.

 

Vigencia del registro de marca

El registro de una marca tiene una vigencia de 10 años, los cuales pueden ser renovables por periodos iguales indefinidamente.

 

Principales beneficios de registrar tu marca.

Derecho exclusivo al uso de la marca en todo el territorio nacional.

Derecho a conceder o prohibir el uso a un tercero.

Facultad de ejercer acciones legales en  contra de terceros que la usen sin tu autorización.

Derecho a ceder la titularidad de tu registro de marca.

Derecho a renovar la vigencia de tu registro de marca cada 10 años.

El derecho exclusivo a usar la leyenda        “Marca Registrada”, las siglas “M.R.” o el símbolo ®, ya que usar estas leyendas sin tener un registro constituye una infracción.        

La marca registrada puede ser el activo más rentable de tu negocio.

La protección que otorga la Ley de la Propiedad Industrial a las marcas es de 10 años (contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud), renovables por períodos iguales.

Independientemente de lo anterior, siempre lo más recomendable es acercarte a un abogado o especialista en Propiedad Intelectual para tener una asesoría más completa y evitar alguna contingencia.

 

*Victor Adames es  socio junior de signos distintivos del despacho jurídico BC&B

 

 

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