6.2 millones de mexicanos con diabetes tienen la enfermedad renal crónica
Se estima que alrededor de 6.2 millones de mexicanos con diabetes tienen la enfermedad renal crónica (ERC) en sus distintas etapas, sin saber que la padecen, según estimaciones del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). La ERC es un grave problema de salud pública en México.
Al igual que en otras enfermedades crónicas no transmisibles, la enfermedad renal crónica (ERC) tiene un diagnóstico tardío debido a la ausencia de síntomas en etapas tempranas, con lo cual avanza el deterioro de los riñones y los pacientes empeoran lentamente durante meses o años. Por lo tanto, los enfermos siguen un camino silencioso de daño sistémico progresivo, sin recibir atención y sufriendo problemas como infartos agudos de miocardio, tromboembolias pulmonares, eventos vasculares cerebrales repetitivos, amputaciones, ceguera, discapacidades severas o muerte de forma prematura, reportan fuentes médicas.
En el Día Mundial del Riñón, que se conmemora el segundo jueves de marzo, recordemos que entre las principales funciones de los riñones están la regulación de la presión arterial, evita la anemia, activan la vitamina D para tener huesos saludables, controlan los líquidos del cuerpo, el pH y elimina toxinas del organismo. La diabetes es la primera causa de enfermedad renal, y al padecer ERC, se dañan las funciones ya mencionadas.
El Dr. Ricardo Correa-Rotter, jefe del departamento de Nefrología y Metabolismo Mineral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INNCMSZ), recordó que la diabetes es la primera causa de ERC en México y afecta a dos de cada cinco pacientes con esta condición. Se estima que en el país hay actualmente 14.6 millones de adultos con diabetes, de los cuales 13.5 millones son mayores de 20 años, y de todos ellos dos de cada cinco pacientes tienen ERC.
Otros factores de riesgo para desarrollar ERC son la hipertensión arterial, la genética, las enfermedades del corazón y la obesidad. Además, existen otras causas que pueden dañar los riñones, como los trastornos autoinmunes (entre los que destacan el lupus eritematoso sistémico y la esclerodermia), los defectos de nacimiento como anomalías congénitas o la poliquistosis renal; ciertos productos químicos tóxicos; lesión directa al riñón; infecciones y cálculos renales; problemas con las arterias que irrigan los riñones; algunos medicamentos como calmantes del dolor y fármacos para el cáncer, así como el flujo retrógrado de orina hacia los riñones, y la nefropatía por reflujo, entre otras.
Al ser un padecimiento multifactorial, la ERC, se ha convertido en un grave problema de salud pública en México y el mundo por el impacto en la alta demanda de recursos humanos, económicos y de infraestructura para el tratamiento que requiere, además, es la segunda causa de años de vida perdidos en Latinoamérica.
Por su parte el Dr. Antonio Méndez, nefrólogo y coordinador de programas médicos, planeación de la infraestructura médica de la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, explica que es importante reconocer cuando no funcionan bien los riñones, y uno de los primeros síntomas pueden ser náusea y vómito, cansancio y fatiga, pérdida del apetito, hinchazón de cara y tobillos, orina con espuma, comezón en la piel, falta de aire e insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
“Para saber si se tiene daño en este valioso órgano hay que visitar al médico para que revise si existe el riesgo de presentar enfermedad renal y realizarse exámenes de sangre para ver la función renal y de orina, al menos una vez al año”.
Ocho puntos para mantener un riñón saludable
Los especialistas sugieren algunas alternativas que podrían tener un impacto positivo en la prevención y el control de las enfermedades crónicas no transmisibles que conducen a la ERC, así como su detección temprana y diagnóstico oportuno de la enfermedad renal crónica:
1. Hacer ejercicio.
2. Moderar el consumo de azúcar y mantener bajo control los niveles de glucosa.
3. Monitorear la presión arterial.
4. Comer saludablemente y mantener el peso bajo control.
5. Tomar agua.
6. No fumar.
7. No automedicarse.
8. Ir al médico y checar la función renal.