Solo el 1% de los escritores logra ser lo suficientemente exitoso como para generar contratos millonarios. El 99% restante se divide entre los que obtienen lo suficiente para vivir de la escritura, y los que escriben, pero tienen otro empleo para complementar sus gastos.
Ryan Murphy, el prolífico productor, es del 1%.
Ryan Murphy, el prolífico productor, es del 1%.