El declive taquillero, un vistazo al incierto futuro del cine

Por Jessica Velasco Gallardo, Académica de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana

El cine ha sido durante mucho tiempo una forma de entretenimiento popular y una poderosa herramienta para contar historias. Sin embargo, se enfrenta a desafíos cruciales debido en gran parte a la forma en la que se crea y se consume contenido actualmente. En este artículo exploraremos sus desafíos y retos para el futuro.

Palomitas
Imagen: Pixabay

Por un lado, el cine se encuentra en un ciclo de repeticiones sin explorar nuevas ideas ni asumir riesgos creativos. Donde las franquicias y las secuelas dominan la taquilla dejando una sensación de falta de creatividad y originalidad entre la audiencia.  Las grandes productoras apuestan por fórmulas seguras que ya han probado ser rentables, películas de superhéroes, remakes y reboots se lanzan constantemente lo que limita la diversidad de historias y enfoques narrativos. 
 

Por otro lado, el auge de las redes sociales y las plataformas de streaming han llevado a una sobreabundancia de contenido provocando una lucha por captar y retener la atención de la audiencia. Estas plataformas brindan espacios alternativos para que las voces marginadas y las historias poco convencionales encuentren su lugar, desafiando los cánones establecidos y ampliando la diversidad de contenido disponible.
Otro de los factores clave que ha contribuido al declive del cine es el cambio en los hábitos de consumo del público. Con el auge de las plataformas de streaming y la comodidad de ver películas desde casa, las salas de cine han perdido parte de su atractivo. Muchos espectadores prefieren la comodidad de ver películas en sus hogares, lo que ha llevado a una disminución en la asistencia a los cines.
Para el cine, esto significa que las estrategias de marketing y distribución deben adaptarse para llegar a audiencias cada vez más fragmentadas. La personalización y la segmentación se vuelven fundamentales para atraer a los espectadores y mantener su compromiso a largo plazo. Además, la interactividad y la participación del público pueden ser aprovechadas para crear experiencias cinematográficas más inmersivas y envolventes. 

Existen diversos factores que han provocado un declive en el cine. Sin embargo, esto no significa necesariamente su fin. La industria tiene la oportunidad de reinventarse y adaptarse a los nuevos desafíos, explorando formas innovadoras de atraer a la audiencia y ofreciendo experiencias únicas que no se pueden replicar en casa. Un ejemplo es el caso de la película de Barbie, la cual ha generado gran interés y expectativa incluso antes de estrenarse. El cine aún tiene el potencial de cautivar y emocionar a las personas, pero debe enfrentar estos desafíos con creatividad y audacia para asegurar su futuro.
 

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