Inclusión, sostenibilidad y tecnología marcan la 19ª Convención Nacional de ASOFOM
Cancún fue el punto de encuentro para casi 800 representantes del sector financiero no bancario que, durante tres días, pusieron sobre la mesa los desafíos y oportunidades que enfrentan las SOFOMes en México. La 19ª Convención Nacional de ASOFOM no solo congregó a autoridades, inversionistas y expertos internacionales, sino que marcó un momento clave para redefinir el papel de estas entidades en el ecosistema financiero del país.

Durante tres días, más de 260 SOFOMes asociadas compartieron experiencias y debatieron sobre innovación tecnológica, financiamiento sostenible, gobierno corporativo y estrategias de fondeo.
Uno de los momentos más significativos fue la firma del Decálogo ASOFOM, un pacto que establece nuevos estándares de permanencia gremial. El documento incluye compromisos en materia ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), protocolos de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo (PLD/FT), así como una apuesta decidida por la digitalización del sector.
En la ceremonia inaugural, Alfredo Navarrete, titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda, reconoció el papel de las SOFOMes como “pilares del financiamiento de la última milla”, especialmente para micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs). También cuestionó la vigencia del término “no reguladas”, al subrayar que estas entidades sí están bajo supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Javier Garza, presidente nacional de ASOFOM, fue enfático: “Nuestro compromiso es continuar con la institucionalidad, la transparencia y la innovación tecnológica, siempre con la flexibilidad que distingue a las SOFOMes y con el objetivo de impulsar un financiamiento con impacto social, sin sobreendeudar a los clientes”.

El programa incluyó conferencias magistrales y paneles con voces como Luis García Postigo, Oso Trava, Sergio Sarmiento y Salvador Alva, además de representantes de organismos internacionales. Más allá del networking, el encuentro sirvió como espacio de reflexión sobre el papel que estas entidades pueden jugar en la construcción de un sistema financiero más justo y resiliente.
De cara a 2026, los retos son claros: implementar el Decálogo ASOFOM, fortalecer el diálogo con autoridades financieras y consolidar a las SOFOMes como motores de inclusión financiera en México. En un país donde millones aún viven fuera del sistema bancario tradicional, estas entidades podrían ser clave para cerrar la brecha.
La convención no fue solo un evento gremial. Fue una declaración de intenciones. Las SOFOMes quieren dejar de ser vistas como actores periféricos y convertirse en protagonistas de una nueva narrativa financiera: más humana, más sostenible y más conectada con las realidades del país.