Conoce la importancia de proteger tu app
Por Mariana González*
Hoy en día, las aplicaciones ofrecen un servicio especializado y adecuado a la tecnología móvil, por lo que, cada vez más empresas y desarrolladores independientes apuestan por su desarrollo. Al momento de preparar su lanzamiento, los propietarios toman en cuenta sólo elementos técnicos y de diseño, pero a veces sucede que después de su lanzamiento la competencia copia el nombre, aspecto, o función de la aplicación sin que el innovador pueda hacer algo al respecto, debido a que no la protegió. Para que no sucedan este tipo de inconvenientes es importante poner atención en algunos aspectos para proteger las apps incluso desde antes de comenzar el proceso de su creación:
En primer lugar, con relación al diseño y desarrollo de una aplicación es necesaria la colaboración y trabajo de diversas personas, ya sean empleados o independientes. Por esto mismo, es indispensable establecer contratos para indicar quién es el propietario y, de esta manera, el personal no pueda eventualmente reclamar el dominio sobre el producto, así como para que guarde confidencialidad de la información a la que tenga acceso.
En dado caso de utilizar un software de código abierto, es importante considerar que éste normalmente está acompañado de permisos de uso que pueden restringir su manejo comercial o limitar su desarrollo, por lo que es necesario investigar los tipos de licencia disponibles y cuáles serán aplicadas a los repositorios del código de la aplicación, con el fin de prevenir problemas a futuro.
La información de datos corporativos, clientes, análisis, algoritmos y estrategias comerciales pueden comprenden un secreto industrial, el cual representa una ventaja competitiva para las empresas. Para que funcione correctamente, todos estos aspectos deben estar identificados, documentados y en confidencialidad para gestionar adecuadamente el flujo de información dentro y fuera de la empresa.
El contenido de la app (como el código fuente, imágenes) cuenta con protección a través de los derechos de autor, los cuales son automáticos y esencialmente gratuitos, ya que surgen en el momento que la app se tiene en forma tangible, pero registrarlos formalmente brinda protección y derechos más sólidos, los cuales duran hasta 100 años después de la muerte del autor.
Con relación a la protección de la identidad de la aplicación, esto se puede hacer por medio de una marca, la cual incluye el nombre, el slogan, la apariencia del ícono, la interfaz, entre otros aspectos. De este modo, proteger dichas características evitará que sean utilizadas por la competencia y permitirá crear un activo de alto valor que puede ser vendido o licenciado, según los intereses del propietario.
No obstante, en el paso anterior es necesario investigar que ninguna otra persona esté ya usando la marca para evitar demandas de infracción, así como ahorrar tiempo y recursos en el trámite. La solicitud de registro de marca tarda menos de un año en concretarse y, tras un periodo de protección de 10 años, puede ser renovada de nuevo por el mismo término.
Sin embargo, la protección más poderosa de una aplicación puede obtenerse a través de las patentes, ya que éstas pueden cubrir su funcionalidad por 20 años, pero es indispensable considerar que la visión, vida útil y perspectiva de la aplicación debe ser de largo plazo, ya que el trámite tarde entre 3 y 5 años y la inversión es significativa.
La patentabilidad depende de la naturaleza de la invención y de la habilidad del redactor de la patente. Por lo tanto, para que sea efectiva esta vía es primordial que la aplicación resuelva un problema onecesidad, o provoque un cambio en el mundo real y, de esta manera, sea considera como materia patentable.
Para el caso de las características visuales como conjuntos de íconos, pantallas e imágenes dinámicas, las cuales no necesariamente sirven para distinguir una app de otras como en el caso de las marcas, pero que sí proporcionan un aspecto peculiar, puede ser protegidas mediante el diseño industrial, el cual es menos costoso que las patentes y cuentan con una vigencia de 25 años en México.
Con respecto a las reglas de manejo de la app deben establecerse términos y condiciones que determinan la forma en cómo los usuarios pueden usar el contenido y establecen en su caso condiciones de la licencia otorgadas con su aceptación. Por ejemplo, es posible permitir al cliente descargar material para uso personal y educativo, pero no con fines comerciales. Por otro lado, se puede establecer el manejo de los datos personales del usuario conforme a la ley aplicable.
Para concluir, antes de lanzar al mercado una aplicación es indispensable descartar la posibilidad de infringir derechos de propiedad intelectual de terceros, mediante un análisis de libertad de uso. Además, es importante identificar aquellos elementos que deben ser protegidos, ya sea mediante una patente, marca u otras vías antes mencionadas porque es la manera de asegurar que el esfuerzo y trabajo esté resguardado adecuadamente. Asimismo, si la app está protegida maximizará su valor intelectual y comercial, dado que no hay posibilidad de que esta sea copiada.
*Mariana González, socia de BC&B y responsable de la Oficina de Transferencia de Tecnología de BC&B.