Nutrición parenteral en pacientes con COVID-19
La nutrición es básica para la supervivencia de cualquier ser vivo. Es responsable de que nuestro organismo obtenga los elementos necesarios para realizar sus funciones vitales, así como la energía que requerimos en la ejecución de actividades cotidianas.
En personas afectadas por el COVID-19, se ha determinado que debe ser una de las medidas centrales para optimizar sus resultados. El aporte suficiente de nutrimentos es indispensable para sobrevivir a la severa agresión que este virus produce en el organismo.
Aunque parece un proceso sencillo, que todas las personas hacen diariamente, en algunas ocasiones, por diversas circunstancias —como padecimientos e incluso accidentes—, no se puede realizar de manera natural. En estos casos, se vuelve fundamental administrar suplementos, ya sea por vía enteral (oral y/o a través del tubo digestivo) o parenteral.
La nutrición parenteral se realiza por vía intravenosa, a través de un catéter que provee al organismo una solución con alrededor de 40 nutrimentos esenciales para el ser humano, como proteínas, aminoácidos cristalinos, carbohidratos, lípidos y electrolitos.
Proporcionar el soporte nutricional adecuado es muy importante en la evolución y recuperación de los pacientes hospitalarios. Instituciones de salud reportan que hasta el 70% de ellos se encuentra en alguna fase de desnutrición, lo cual incrementa complicaciones infecciosas, la estancia en el centro de salud y la mortalidad1.
Cuando los pacientes críticos con COVID-19 presentan complicaciones en el estómago y/o los intestinos, manifestando inflamación en el abdomen, diarrea, vómito, entre otros síntomas, la nutrición por vía enteral no es funcional.
Si bien, guías clínicas aprobadas por la Sociedad de Medicina Crítica y Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN), por sus siglas en inglés indican que la vía enteral debe ser la primera elección, en casos de intolerancia gastrointestinal, como los mencionados anteriormente, la nutrición parenteral adecuada puede presentar beneficios durante la pandemia bajo determinadas variables, y favorece la rehabilitación de aquéllos que están en recuperación.
Además, con el uso correcto de equipo de protección personal, la nutrición parenteral implica un menor riesgo de contagio por saliva y secreciones para los profesionales de salud, ya que, al realizarse por vía intravenosa, evita el contacto involucrado en la colocación y el mantenimiento del dispositivo oral que se utiliza en la enteral.
La Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) ha señalado que la nutrición parenteral con fórmulas de última generación basadas en lípidos como el aceite de oliva, a diferencia de las emulsiones de aceite de soya, no contribuye a la inflamación provocada por la enfermedad ni al desarrollo de trastornos hepáticos.
Particularmente en esta emergencia sanitaria, las bolsas multicámara listas para usarse proporcionan mayor seguridad, pues al estar prefabricadas con los nutrimentos necesarios, se evita recurrir a un centro de mezclas para su elaboración, lo cual reduce riesgos de contaminación y el tiempo de preparación..
En línea con su misión de salvar y mantener vidas, Baxter ha realizado importantes innovaciones en el campo de la nutrición parenteral, mismas que han tenido una contribución clave en la atención de pacientes críticos en la pandemia.