Estrés bueno y Estrés malo
No es un secreto que siempre vivimos estresados y ahora frente a una pandemia, la cuarentena ha elevado nuestros niveles de estrés. Pensamos y afirmamos, que estar estresados está bien, refleja productividad, distinción y éxito.
Paradójicamente, a diario se publican artículos y nuevos posts de cómo evitar el estrés, como huir o escapar de él, dejándolo como el villano de la historia.
La Dra. Paola de la Garza, nutrióloga clínica de Pronokal México nos comparte su teoría del estrés bueno y el estrés malo, y cómo balancearlos.
Señala que el estrés es algo natural en el humano, existe por varias razones y si bien está para protegernos de las amenazas que enfrentamos en el día a día, del ambiente, también sabemos que puede ser la terrible consecuencia de ser workaholic.
Explica que el estrés se considera malo porque se vuelve crónico y altera el equilibrio que da salud, es un correr de la amenaza todos los días, todo el tiempo y provoca desorden interno, la elevación crónica de cortisol y por consiguiente altera los ejes hormonales haciendo que la insulina se mantenga elevada y la melatonina baja, no nos deja dormir, condiciona aumento de peso a nivel abdominal principalmente, y así sigue complicando y escalando hasta un síndrome metabólico o un infarto.
“¡Un poco de estrés es como la sal y la pimienta, le pone adrenalina a la vida!”, cita la nutrióloga. Por ejemplo, el estrés del examen profesional que nos pone alertas para contestar correcto, el de correr contra reloj para cruzar la meta, el de dar el último aliento en la clase de pilates o de cyclo, ese es estrés del bueno, funciona como fenómeno de homeorresis (fenómenos de continuo cambio para lograr estabilidad).
¿Recuerdan cómo se siente correr hasta quedarte sin aliento para después sentir cómo tu cuerpo se recupera? A diferencia del estrés crónico el estrés bueno es el que da tiempo para recuperarnos.
“¿Qué hacer? ¿Cómo balancearlo?: yo creo en las agendas, si no se agenda lo más probable es que no suceda”, dice, por lo que propone agendar tiempo para estos cinco pilares:
1.Ejercicio: diariamente, es parte de la vida. Mínimo 40 minutos.
2.Auto cuidado: rutinas de higiene, alimentación, hobbies y apapacho. El tiempo que tú puedas o quieras.
3.Trabajo. 100% enfocado cuando estés ocupándote de este apartado, ¡adiós al multitasking!
4.Descanso: duerme la siesta de 20 minutos y tus 6-8h diarias por la noche. Toma tu tiempo de aburrimiento y relajación.
5.Esparcimiento: solo y con la familia. Igual que el punto #2, tú designa cuánto.
“Mi experiencia fue que cuando sobre-agendaba mi vida me la pasaba mal, corría todo el tiempo y de todas formas a todos les quedaba mal, a mi familia, amigos, a mi misma. Ahora le destino tiempo a cada eventualidad y así me siento más serena. Estoy donde se supone que esté de acuerdo a la agenda que yo misma decidí. Por supuesto que hay días de imprevistos y uno se adapta y si no logra adaptarse vive el caos, así es la vida, además ese estrés ocasional no hace daño”, comparte de la Garza.