No todo es oro cuando hablamos de criptomonedas

Bitcoin, ethereum, cardano y puede incluso que Dogecoin probablemente sean los primeros nombres que vienen a la mente de la mayoría de las personas cuando oyen la palabra criptomoneda, y aunque las criptomonedas sean para muchos sinónimo de grandes sumas de dinero, lo cierto es que no todos los que invierten en criptomonedas consiguen sacar más dinero del que han invertido y desde luego no todos los proyectos de criptomonedas terminan por llegar a buen puerto, a veces porque las expectativas no logran ser cumplidas, pero otras porque eran una estafa directamente desde el momento de lanzar la ICO.


No todo es oro a la hora que hablamos de criptomonedas

 De meme al top ten

 

 Uno de los problemas más difíciles de solventar a la hora de distinguir un proyecto serio de una broma es la increíble influencia que individuos muy concretos tienen directamente en cientos de millones de personas gracias a la RRSS y a que el mercado de las criptomonedas realmente es muy pequeño.

 

Y es que si antes los potentados ejercían su influencia a través de lobbies y grupos de presión que tenían que hacer un trabajo de zapa constante en gobiernos y medios de comunicación, contrarrestando además a otros grupos e individuos de gran influencia que estaban haciendo exactamente lo mismo pero en la dirección contraria, ahora mismo un solo tweet es capaz de capitalizar o descapitalizar un mercado en cuestión de horas, o si nos movemos a otros ámbitos cambiar el sentido del voto de grandes masas de población o -el efecto más terrorífico de las RRSS junto con el ciberbullying- desatar una caza de brujas marcando a algún desafortunado como enemigo público número uno del día.

 

Como ejemplo más palmario del poder de un sólo tweet escrito en la cuenta de Twitter y en el momento adecuado tenemos al famoso “One word: Doge” de Elon Musk, que a buen seguro se estudiará en el futuro al igual que hoy en día se estudia como Soros “tumbó” al Bank of England poniéndose en corto contra la libra esterlina.

 

En definitiva, el interés del magnate tecnológico por la criptomoneda que tiene como cara visible al perro del meme ha dado alas a un proyecto que para muchos no tiene nada detrás, nada más que el interés de Musk, interés que para muchos parece ser respaldo más que suficiente, quizás razonando que otro tipo de activos como el dinero fiat no tiene detrás en muchos casos nada más que el respaldo de estados hiperendeudados que encima cambian de rumbo en sus políticas 180 grados cada vez que hay un cambio de ejecutivo, y a pesar de ello todavía se dice que el dinero mueve el mundo.

 

Las criptomonedas y el dinero fiat

 

En definitiva podemos sacar la conclusión de que en el mercado de las criptomonedas podemos encontrar activos extremadamente valiosos, activos con un interés medio para los inversores y activos que no valen prácticamente nada, exactamente igual que ocurre con el mercado de las monedas fiat, en el cual conviven monedas como el dólar y el euro con el bolívar venezolano, pero tanto las criptomonedas como el dinero fiat se relacionan de más formas que por la similitud anteriormente mencionada, que es meramente incidental.

 

Sin ir más lejos las criptomonedas y las divisas se tocan en los pares que forman las monedas del forex y las criptomonedas en los cuales una criptomoneda cotiza frente a una divisa fiat, de forma muy parecida a la que lo hacen esas mismas divisas fiat en el mercado del forex, aunque con sustanciales diferencias, como la liquidez, que es menor en la negociación que combina criptomonedas y divisas fiat que en el mercado de forex tradicional, al fin y al cabo el mercado forex está capitalizado en decenas de billones de dólares y el de las criptomonedas en su mejor momento no ha llegado a los tres billones dólares.

 

Y otra similitud son las diferentes formas de invertir tanto en el forex como en la unión de forex y criptomonedas, ya que en ambos mercados se puede operar con CFDs mediante posiciones apalancadas en plataformas de trading online o acudir a exchanges o a algunos bancos para comprarlas o directamente a los futuros en bolsas como la CME (Chicago Mercantile Exchange), en el primer caso no se adquirirán las criptomonedas o la moneda fiat y habrá que vigilar el apalancamiento y el riesgo que este genera, y en el segundo y tercer caso sí que se tendrán derechos -y obligaciones- sobre el activo, con lo positivo y negativo que ello implica.

 

 

 

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