La brecha salarial: un problema vigente
Por: María Díaz Petit, directora de marketing, producto y experiencia del cliente en Bupa México
Está claro que hemos recorrido un largo camino hacia la igualdad de género y, si bien aún queda mucho por lograr alrededor del mundo, nunca está de más resaltar los retos a los que se enfrentan las mujeres para prosperar y llegar a la tan mencionada igualdad. A pesar de todo, aún queda mucho por resolver ante esta problemática.
Uno de los obstáculos más grandes y difíciles de superar ha sido la brecha salarial: México se encuentra en quinto lugar de los países con mayor diferencia en el ingreso de mujeres y hombres.[1] Esto trae diferentes consecuencias para las mujeres, sus familias y la sociedad, pues se forma una subrepresentación de mujeres en el mercado laboral con una brecha salarial del 18.8% y una estimación de que, por cada 100 pesos que gana un hombre, las mujeres perciben 73 pesos.[2]
Aunado a esto, se espera que si las mujeres tienen un empleo remunerado, también se hagan cargo del trabajo del hogar (no remunerado), lo que termina siendo un factor clave en esta brecha. En esta línea, las mujeres invierten 2.6 veces más tiempo que los hombres en tareas de cuidado del hogar, con todo lo que implica[3].
Tradicionalmente ha parecido lógico que las familias sacrifiquen el salario más bajo para atender roles de cuidado y tareas del hogar, y este generalmente es el de la mujer, por lo que es más común que ellas se retiren del mundo laboral por las razones mencionadas. Así, cuando buscan reintegrarse a la economía remunerada, a veces incluso después de la maternidad, las mujeres enfrentan una penalización en el sueldo debido a su ausencia temporal.[4] En este sentido, se confirma la idea de la brecha salarial y la desigualdad de condiciones como una barrera para que más mujeres entren, se desarrollen, crezcan y, sobre todo, permanezcan dentro del mercado laboral.
La volubilidad de la economía mexicana es otro factor importante por considerar, pues la brecha salarial en México había bajado a 7.9% durante el segundo trimestre del 2020, sin embargo, para el final de ese mismo año ya había aumentado al 11.4%, y terminó en 13.7% al 2021.[5] ¿La razón? la crisis sanitaria. Por si fuera poco, la pandemia también aumentó la carga laboral de las mujeres, ya que dentro de sus responsabilidades recayó el trabajo económicamente remunerado, trabajo doméstico no remunerado, trabajo de cuidadoras de personas en situación de dependencia y, con el confinamiento, trabajo de asesoras de educación a los hijos en edad escolar para que pudieran recibir su formación desde casa.[6]
Como mujeres líderes de pequeñas y grandes empresas, se deben de otorgar las mismas oportunidades, prestaciones, carga laboral y salarios sin distinción de género y sin asumir responsabilidades que cada género tiene fuera del ambiente laboral, y aunque aún queda un largo camino por recorrer, reconocer el problema, confrontarlo e implementar soluciones desde cualquier punto donde una se encuentre, son los primeros pasos para igualar el campo de juego y beneficiar a mujeres, familias y la sociedad actual.
[1] https://www.cielolaboral.com/wp-content/uploads/2022/03/mendizabal_noticias_cielo_n3_2022-1.pdf
[2] https://www.cielolaboral.com/wp-content/uploads/2022/03/mendizabal_noticias_cielo_n3_2022-1.pdf
[3] https://imco.org.mx/los-roles-de-genero-en-la-brecha-salarial/
[4] https://imco.org.mx/los-roles-de-genero-en-la-brecha-salarial/
[5] https://es.statista.com/estadisticas/1299106/mexico-evolucion-de-la-brecha-de-genero/
[6] https://www.cielolaboral.com/wp-content/uploads/2022/03/mendizabal_noticias_cielo_n3_2022-1.pdf