Envejecimiento poblacional y previsión funeraria. Retos a enfrentar
En los últimos años, México ha comenzado a enfrentar una tendencia preocupante en su dinámica demográfica: una disminución en la tasa de nacimientos y un aumento constante en la cantidad de decesos.
Las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), indican que este 2025 en México, se registrarán menos nacimientos y mayor número de decesos que en 2024. Este fenómeno está llevando al país hacia un envejecimiento poblacional acelerado, con graves implicaciones sociales, económicas y de salud.
Al cierre del año 2024, se contabilizaron 820 000 defunciones, cifra que para 2025 se estima aumentará a 836 000, es decir, 16 000 más. Este incremento continuará en los próximos años, con proyecciones que indican que para 2030 se alcanzarán los 915 mil decesos, y para 2040 se llegará a 1.9 millones.
A la par, la esperanza de vida ha aumentado, lo que ha incrementado el número de personas mayores en la población. Durante este año, la población de 60 años y más en México representará el 12.8% del total de la población. Este cambio demográfico, aunado al incremento de enfermedades crónicas, ha generado una creciente preocupación.
De acuerdo con datos del INEGI, las cinco principales causas de muerte en el país son: enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos, accidentes y padecimientos del hígado. Este envejecimiento poblacional representa una serie de retos, entre ellos la presión sobre los sistemas de salud y pensiones, así como la necesidad de adaptarse a una fuerza laboral cada vez más reducida y envejecida.
En paralelo, se ha registrado una disminución de 23 000 nacimientos en comparación con el año pasado, tendencia que se profundizará en la próxima década, lo que significa que cada vez habrá menos jóvenes en el país.
Ante este panorama que refleja la desaceleración del crecimiento demográfico y el progresivo envejecimiento de la población, resulta fundamental tomar conciencia sobre la importancia de los cuidados preventivos para proteger la salud.
Además, es urgente fomentar un entorno de bienestar que, a través de una cultura de la previsión funeraria, permita una mayor preparación para los desafíos que se avecinan. La salud y el bienestar de la población mexicana, así como la previsión ante estos cambios, deben ser una prioridad para garantizar una calidad de vida digna para todos ahora y en el futuro.
“Este aumento en defunciones implica nuevos compromisos y retos para las empresas del sector funerario, quienes debemos de estar preparados para responder de manera eficiente con instalaciones, equipamiento adecuado y personal capacitado. Para estar en condiciones de ofrecer a las familias servicios de calidad con un enfoque de empatía”, señala Oscar Padilla, CEO de J. García López.
Ante esta necesidad, las herramientas tecnológicas son clave para la innovación del sector funerario en los Homenajes a la Vida. Invertir en tecnología, permitirá a las empresas funerarias mejorar los estándares de calidad y estar preparados para integrar servicios adicionales que complementen la atención a las familias.
El panorama del envejecimiento de la población en nuestro país pone de manifiesto la urgencia de crear conciencia sobre la importancia de la previsión a través de un plan funerario anticipado, una decisión importante que brinda tranquilidad y seguridad económica. Al ser una inversión, su valor se consolida con el tiempo por lo menos en un 5 o 7% derivado del impacto inflacionario.
Una cultura directa y franca en torno a la muerte, facilitará la conciencia sobre la responsabilidad unipersonal de planear este evento final, para no dejar la responsabilidad a alguien más.
La esperanza de vida en México es de 79 años para las mujeres y 72 para los hombres. Las preguntas obligadas serían ¿Cuántos miembros de mi familia tienen 60 años o más? y ¿Qué acciones estoy tomando para enfrentar una partida? La previsión funeraria… un acto de responsabilidad y amor.