¿Por qué México no despega en STEM? 5 razones que no podemos ignorar

El impulso del talento en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) es más urgente que nunca. Sin embargo, México aún enfrenta retos importantes para detonar el verdadero potencial de este movimiento. 

Solo el 12.9% de los empleos en áreas STEM son ocupados por mujeres.
Imagen de cortesía.

Uno de los desafíos más evidentes: la baja participación de mujeres en estas disciplinas, a pesar de que su inclusión es clave para lograr avances sostenibles, diversos y competitivos. ¿Qué nos detiene como país? ¿Y qué acciones necesitamos tomar hoy para transformar el panorama STEM del mañana?

Estos son cinco retos que se tienen para avanzar en México en carreras y profesiones STEM.

1. Baja participación femenina en carreras y empleos STEM

En México, solo el 12.9% de los empleos en áreas STEM son ocupados por mujeres, y apenas el 14% de los egresados de estas carreras son mujeres. Esta brecha limita la diversidad y el potencial de innovación en sectores clave para el desarrollo nacional.​

2. Desigualdad en posiciones de liderazgo tecnológico

A pesar de los avances, solo el 19% de los puestos de liderazgo en tecnología en México son ocupados por mujeres.Esta disparidad refleja barreras estructurales que impiden el ascenso de mujeres a roles de decisión en el ámbito tecnológico.​ 

3. Concentración geográfica del talento femenino

Seis entidades federativas concentran al 50% de las profesionistas mujeres en STEM: Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Veracruz, Nuevo León y Guanajuato.  Esta concentración indica una falta de oportunidades equitativas en otras regiones del país.​ 

4. Desconexión entre formación académica y demanda laboral

Aunque la demanda de profesionales en ciencia y tecnología está en aumento, la educación superior en estas áreas sigue siendo insuficiente. Solo el 16.5% de los jóvenes se desempeñan en actividades profesionales o técnicas, lo que evidencia una desconexión entre la formación académica y las necesidades del mercado laboral. 

5. Falta de inversión y políticas públicas efectivas

Aunque se han destinado recursos para promover la participación femenina en ciencia y tecnología, como los 12 mil millones de pesos aprobados en 2024,  la falta de políticas públicas efectivas y una visión clara limita el impacto de estas inversiones en el avance del movimiento STEM.​ 

El movimiento STEM en México no solo es una vía hacia la innovación, sino una ruta crítica para cerrar brechas sociales y económicas, especialmente en lo que respecta a la equidad de género.

La transformación que necesitamos no depende únicamente de políticas públicas o inversiones millonarias, sino de una convicción colectiva por construir un país donde las niñas y jóvenes vean en la ciencia y la tecnología un futuro posible y brillante. Si México logra superar estos cinco retos, estaremos más cerca de una economía del conocimiento inclusiva, fuerte y preparada para los desafíos del siglo XXI.