Cinco soluciones de sobrevivencia para el retail
Por Julio César Briseño Cruz, CEO de Cénit, Consultoría empresarial y banca de desarrollo.
Dado que en muchos países vuelven a abrir los negocios en un entorno recesivo a largo plazo, las empresas tienden a comparar este desafío económico con crisis pasadas. Sin embargo, las lecciones anteriores pueden no ser perfectas para hoy.
Actualmente, hacer comparaciones paralelas entre lo que sucedió hace poco más de una década y las circunstancias actuales es demasiado simplista…y erróneo.
Hoy los ajustes a las demandas de los consumidores deben hacerse con más velocidad y fervor de lo que consideramos.
Los desafíos a los que se enfrentan las personas durante la emergencia sanitaria actual son, por supuesto, desconocidos y requieren nuevos protocolos y soluciones para abordarlos.
En algunas áreas, vale decirlo, el proceso recesivo ya estaba en marcha antes del impacto del virus, lo que permitió una transición más suave al estilo de vida de quedarse en casa, contrario a lo que algunos esperaban.
Los sistemas de los países avanzados desde la perspectiva digital, como China, ya estaban en marcha para la entrega de productos sin contacto con los consumidores, así como las compras con tecnología aumentada, pagos móviles y compra para pagar. También desde una perspectiva de comunicación y entretenimiento. En naciones altamente digitales, las personas utilizaron la tecnología para encontrar más formas de conectarse, mantenerse informado, conmiserarse entre sí y entretenerse.
Países donde las TIC son incipientes, ahora deben abrazar de inmediato nuevas formas de relacionarse con sus públicos. En el sector detallista las recomendaciones son éstas:
- Restablecer su relación de marca. Refrescar la narrativa, tono y colocación para adaptarse a la situación de hoy. Recordar que las soluciones adaptadas en el pasado no sirven para esta época de pandemia.
- Volver la seguridad de la salud una prioridad. Los consumidores re-clasifican sus prioridades y valores, por lo que los negocios que no lo hacen simplemente son desechados.
- Prepararse para pivotar en los precios, ya que las carteras se ajustan a los ingresos limitados. Debe entonces contarse con un plan flexible de acción que permita reducir costes en producción y a lo largo de la cadena de suministro.
- Considerar cómo los nuevos cambios en el estilo de vida afectarán la demanda de su producto o servicio. En las economías recesivas deben establecerse las prioridades de consumo sobre servicios, empaques o accesorios suntuarios.
- Mantener las cadenas de suministro flexibles y ágiles. Vivimos una época en la que la velocidad cobra protagonismo y sólo en la medida que seamos capaces de responder a demandas inmediatas de clientes y públicos lograremos mantenernos en el mercado.
En entornos recesivos, las condiciones actuales son ejes prioritarios para saber cómo sortear obstáculos y preservar nuestro lugar en la vida de nuestros consumidores. Esto implica que no podemos voltear atrás y tratar de sacar una vieja receta para enfrentar los desafíos actuales. Más aún, la pandemia del Covid-19 representa un fenómeno insólito en el que están implicados factores económico/financieros, de salud, estilos de vida, idiosincrasias y creencias.
En la medida que conozcamos más a nuestros consumidores, los escuchemos y nos adaptemos para servirles, podremos sobrevivir a esta era.