No es verde todo lo que reluce

Por  Martha Elizalde Durán, académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

Al Green marketing también se le conoce como el marketing verde o ecológico, consiste en el desarrollo, comercialización y distribución de productos producidos para minimizar los efectos negativos en el medio ambiente, en respuesta a las preocupaciones ecológicas y de cuidado del medio ambiente del consumidor.

No es verde todo lo que reluce
Martha Elizalde Durán, académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

Esta tendencia ha ido en aumento en los últimos años y cada vez tomando más presencia en los procesos desde la concepción, fabricación, empaque, comercialización y distribución, donde la comunicación los acompaña.

Debido al crecimiento del movimiento ecologista y a la demanda de políticas de sostenibilidad en el mundo, cada vez más empresas se preocupan por redefinir sus valores y utilizar un marketing ecológico que les permita conectar con el público.

El Green marketing tiene el objetivo de que las empresas, organizaciones o negocios trabajen sin perder de vista el desarrollo sostenible, enfocándose, principalmente, en el respeto y cuidado del medio ambiente, busca eliminar o minimizar las prácticas que signifiquen el desperdicio de los recursos naturales.

Sin duda la innovación en la publicidad de estos productos y sus procesos toma relevancia. Todo lo anterior no quiere decir que las empresas deban reducir su rentabilidad, solo deben encontrar maneras de cambiar la forma en la que llevan a cabo sus operaciones desde la eco concepción y durante todo el ciclo. De hecho señala que las empresas que utilizan estrategias de Green marketing generan más utilidades que las que no lo hacen, además de que tienen muchas más herramientas para fidelizar a sus clientes.

Aquí algunas recomendaciones que apoyan una estrategia de Green Marketing: Comunica tus acciones, influir en la sociedad, buscar campañas de mercadotecnia social y promueve el consumo responsable, obtén y muestra certificaciones y etiquetas, reduce la utilización de plásticos, busca generar alianzas con empresas que buscan lo mismo y utilizar empaquetados sostenibles.

Hay qué procurar también buscar implementar esquemas de economía circular, uso de energías renovables y sobre todo la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Ahora, por otro lado, también vemos en tendencia el crecimiento de prácticas de Greenwashing, el cual lo entendemos como las malas prácticas que algunas empresas realizan cuando presentan un producto o cualquier propuesta como respetuoso ante el medio ambiente aunque en realidad, no lo sea.

Al aplicarse y hacerse más frecuentes las prácticas del Greenwashing no solo no se produce el beneficio anunciado, sino que se genera mayor impacto al incrementar el consumo. Estas también son dañinas para las empresas, pues conducen a la competencia desleal, incompatible con la Responsabilidad Social Empresarial.

Una sencilla manera para saber si hay prácticas de Greenwashing es tratando de identificar mensajes incoherentes en la publicidad de las marcas. Como por ejemplo empresas de electricidad patrocinando eventos verdes o empresas que introducen un pequeño porcentaje de plástico reciclado en su empaque y ya se anuncian como “verdes”, las etiquetas con elementos poco claros o no relevantes, etc.

Sin duda nos encontramos cada vez más en la encrucijada de poder tener claridad y decidí si estamos ante estrategias y prácticas de Green marketing o Green washing, aún hay mucho en qué educarnos como consumidores no escatimando en la búsqueda de la verdad.

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