Niños, alcohol y… ¿Qué sigue?
A nivel mundial más de un cuarto de jóvenes menores edad entre 15 y 19 años hacen un uso nocivo del alcohol al consumir esta sustancia antes de estar física y emocionalmente preparados.
Lo anterior se traduce en 155 millones de adolescentes en el mundo que son bebedores y a medida que su consumo se inicia a edades más tempranas, hay un mayor riesgo que puedan presentar problemas con el abuso en el consumo de alcohol.
Esto es lo que hace al consumo de alcohol por menores de edad, uno de los aspectos más preocupantes del uso nocivo del alcohol; la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las zonas con mayores tasas de prevalencia en el consumo de alcohol por menores de edad son la Región de Europa con 43.8%, seguido por la Región de las Américas 38.2% y finalizando con la Región del Pacífico Occidental 37.9%.
En México la edad promedio de inicio en el consumo de alcohol es de 17.9 años[1], pero también se registra un consumo de alcohol en jóvenes de 12 a 17 años, en los cuales también hay quienes reportan un exceso (donde destacan las mujeres adolescentes) sumando factores de riesgo que repercuten en todos de una u otra manera.
¿Qué hacemos ante este panorama? La Ley General de Salud, en su artículo 220 dice que “En ningún caso y de ninguna forma se podrán expender o suministrar bebidas alcohólicas a menores de edad”, sin embargo, ninguna ley será efectiva si su población no respalda su legislación.
Ejemplo de esto es Estados Unidos de América (EE.UU.) que, a pesar de tener la edad legal más alta en América para consumir alcohol, es el país que muestra el porcentaje de mayor dependencia del continente con 7.7% de su población.
Por ello en la Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (FISAC) creemos que la respuesta está en el cambio de actitud ante el consumo de alcohol por parte de los adultos, hecho que representa el más claro ejemplo para los menores, ya que suele suceder que el primer contacto con el alcohol sea en casas, proporcionado por padres o algún familiar cercano.
Siempre será mejor acercarte a ellos y volverte su referente a través de una sana convivencia en un ambiente donde se involucren y promuevan a través del ejemplo actividades propias de su edad, como algún deporte, paseo, conocer a sus amigos, escucharlos y con ello guiarlos en sus inquietudes.
Por parte de las instituciones, debemos fortalecer las medidas preventivas dirigidas a esta población informando sobre los usos nocivos del alcohol, ampliar los programas de prevención y cuidado a la salud, difundiendo las habilidades para la vida y reforzar el monitoreo de no venta a menores de edad, tanto en tiendas como en bares y restaurantes.
“A los menores de edad, ni un solo trago”
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Autor: FISAC
La Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (FISAC), es una organización de la sociedad civil fundada en 1981, cuya misión es promover un cambio cultural de responsabilidad con la sociedad en el consumo de bebidas con contenido de alcohol, a través de la educación para el cuidado de la salud y la vida. Está conformada por las principales empresas comercializadoras de vinos y licores que operan en México y otros aliados estratégicos: Bacardí y Compañía, Beam Suntory - Tequila Sauza, BLN, Brown Forman México – Casa Herradura, Campari México, Pedro Domecq, Diageo México, Grupo Televisa, José Cuervo, La Madrileña, Moët Hennessy de México y Pernod Ricard México.
FISAC trabaja fundamentalmente con 4 ejes rectores: no alcohol y volante, cero consumo de alcohol en menores de edad, respeto a la abstinencia y moderación en el consumo. El trabajo de la fundación es a través de campañas de concientización, talleres de prevención para jóvenes, así como cursos de capacitación para prestadores de servicios.
[1] Encuesta Nacional de Adicciones (ENCODAT 2016-207).