Estrategia digital clave para el crecimiento y éxito de una marca
Por Luca Nan, CEO Alkemy LATAM
Contar con una estrategia omnicanal ya no es solo una ventaja frente a un mercado cada vez más competitivo, sino una necesidad en el entorno digital actual.
Hoy en día, el desarrollo y éxito de una marca está basado fundamentalmente en la estrategia digital, que le permite a la empresa aprovechar mejor sus recursos, diferenciarse de la competencia, conocer más a su audiencia y conectar con ella de manera certera para brindarle experiencias satisfactorias.
En este entorno digital, es precisamente la estrategia omnicanal una de las que ha alcanzado mayor relevancia en los últimos años. Pero ¿qué es?
Es una estrategia que busca integrar todos los puntos de contacto de la marca (físicos o digitales), de tal manera que el usuario o cliente potencial pueda iniciar su interacción en un canal y finalizar en otro de manera consistente, ininterrumpida e integrada. Estas interacciones pueden ser compras de productos o servicios, cuestiones relacionadas con el servicio al cliente, dudas o cualquier otra información de la marca que el cliente pueda necesitar.
Las empresas que implementan la omnicanalidad desarrollan experiencias positivas que superan las expectativas del cliente y ofrecen un valor agregado a sus productos o servicios. También pueden interactuar directamente con la audiencia y gestionar su experiencia de forma innovadora y eficaz en todas sus fases, brindando la oportunidad de sumar canales offline al marco estratégico de forma natural e integrada.
Esta estrategia arroja un gran volumen de datos, que se pueden analizar para obtener información relevante y así optimizar las decisiones comerciales que impactan en los diferentes puntos de contacto de la marca.
La optimización omnicanal muchas veces ayuda a lograr presupuestos mejor dirigidos y ajustados. Otro aspecto importante es la personalización de las interacciones, que permiten desarrollar un vínculo más fuerte con los clientes y mantenerlos cautivos en un entorno saturado de competidores.
Implementar una estrategia omnicanal desde un marco digital puede conducir a la optimización del embudo; por ejemplo, al crear estrategias de retargeting de visitantes minoristas para aumentar las ventas en los canales digitales, aprovechar la tasa de revisita digital para promover la participación del cliente, etc.
Al tener en cuenta la estrategia digital como el corazón de la presencia omnicanal de la marca, se tiene la oportunidad de incrementar las ventas, fomentar la recompra, aumentar la retención de clientes y el lifetime value. Todo esto con el objetivo de generar confianza en la audiencia, brindando una mejor experiencia y optimizando los flujos de trabajo.
Por ello, contar con una estrategia omnicanal ya no es solo una ventaja frente a un mercado cada vez más competitivo, sino una necesidad en el entorno digital actual.
Debemos comenzar a pensar estratégicamente y saber cómo impactar la vida de los clientes y qué valor agregado puede ofrecerles la marca.
Debemos, sobre todo, pensar en cómo hacer para que siempre quieran volver a ella.